top of page

Los extraterrestres trajeron la homeopatía a nuestra Tierra plana

Vale, estaréis pensando que qué me he fumado. Os respondo que nada. Solo os estoy vendiendo lo que vais a leer, espero que hasta el final, y creo que estos tres temas –extraterrestres, homeopatía y terraplanismo –son perfectos para hablar de los principios científicos y de cómo debemos tratarlos.


Es posible que al oír alguno de estos tres temas neguemos con la cabeza frunciendo la boca o nos llevemos la mano a la frente, o incluso que hagamos todos estos gestos al mismo tiempo. Creo que en realidad nuestra reacción debería ser llevarnos la mano a la barbilla y elevar nuestra vista hacia arriba para empezar a pensar sobre ello.


Si habéis decidido pensar, enhorabuena, has empezado a desarrollar el método científico que no es otro que reflexionar y dudar sobre un tema. Esta es la base de la ciencia y lo que la que permite que se desarrolle a través de las hipótesis.


Empecemos por el terraplanismo. Aunque en la actualidad hay gente que cree que la Tierra es plana, en realidad no es cierto. La Tierra es un cuerpo con una forma similar a una esfera, como son la Luna, el Sol, los planetas y muchos satélites naturales.



Hace 2.200 años el matemático egipcio Eratóstenes ya demostró que la Tierra era una esfera simplemente con dos estacas, sus sombras y usando su cerebro. Por desgracia la afirmación de que la Tierra era en realidad plana caló en la Europa de los siguientes siglos y fue una constante creer que el territorio conocido acababa al oeste en Finisterre (fin de la tierra) y que más allá los barcos acababan devorados por bestias (aquí hay dragones ponían en los mapas). Sin embargo el desarrollo naval propiciado por el viaje de Colón, quien afirmaba que la Tierra era una esfera, y la circunnavegación de Magallanes y El Cano, permitieron demostrar que no, que la Tierra no acababa en una enorme catarata o en un muro.


Ya en el siglo XX pudimos obtener las primeras imágenes de todo nuestro planeta tomadas desde el espacio que nos muestran no solo la curvatura sino la inmensidad de nuestro hogar. Pero a pesar de todo hay gente que se piensa que es mentira.

Sigamos con la homeopatía. Se basa en el principio de que lo que causa la enfermedad en personas sanas curará a personas enfermas. Un ejemplo para entenderlo es que si sufrimos insomnio deberíamos tomar café para poder dormir. Más allá de lo ilógico de este argumento es que hay más y lo explicaré con el mismo ejemplo. Como tomar una taza de café no nos daría sueño, lógicamante, lo que debemos hacer es diluir su contenido en agua y así tendremos más sueño, pero si lo diluimos aún más tendremos más sueño todavía. Y así, con disoluciones que pueden llegar al infinito, postulan que obtendremos un tratamiento homeopático más potente. Podéis probar a hacerlo en casa y veréis que el café acaba por desaparecer en el agua y que si bebéis esa agua no sabe a café.


Pero hay gente que sí que cree que le sirve, pero lo que sienten es el denominado efecto placebo, la sensación de que lo que hacemos nos está curando, pero por desgracia es solo una sugestión de nuestro cerebro. Sobre cosas “leves” como puede ser una calentura en la boca o un catarro que se alarga en el tiempo más de lo normal será nuestro cuerpo el que actúe sin que esas cápsulas dulces hayan hecho nada, salvo aportar unas calorías a nuestro cuerpo.


En este asunto hay varios problemas. El primero es que no hay pruebas científicas ni ensayos clínicos que validen su efecto, salvo el citado efecto placebo, que es como no dar nada, excepto en revistas que, casualidad, tratan sobre la homeopatía. Fuera de estas existe el vacío más absoluto.


Y esta es la segunda parte importante del método científico: demostrar nuestras afirmaciones mediante datos reproducibles. Poder hacer un experimento según la metodología seguida por un investigador o un grupo y obtener resultados similares es fundamental para demostrar algo. Si al hacerlo no podemos reproducir el resultado, entonces algo está mal y se debe corregir.


Como he dicho antes hay varios problemas con la homeopatía. El siguiente es que hay personal sanitario con un título oficial, entre ellos médicos y farmacéuticos, que sí creen que la homeopatía sirve y este es un asunto grave puesto que ellos deben ser los garantes de nuestra seguridad en estos asuntos como profesionales conocedores de la materia. Por otra parte otro grave problema es que a veces estos productos homeopáticos se venden como remedios de enfermedades graves o incluso sus componentes pueden tener efectos secundarios indeseables en tratamientos efectivos contra ciertas enfermedades.

Por último están los extraterrestres. Ya estarás pensando como Iker Jiménez en seres de cabeza como globos, cuerpo de maratonianos y ojos estilo gafas que cubren media-cara-y-no-hay-dios-a-reconocerte. No, pero sí, pero no. ¿Existen los extraterrestres? No lo sé. ¿Hay vida en otros planetas? Es posible. ¿Nos han visitado seres inteligentes? Si no contamos a familiares lejanos, tampoco lo sé.


Primero quiero que os quedéis con el concepto de vida extraterrestre, es decir vida fuera de la Tierra, y que no penséis en seres inteligentes capaces de fabricar máquinas para viajar hasta aquí. Ahora mismo estáis rodeados de mucha vida como puede ser vuestro perro, el gato o la planta que necesita que la reguéis porque está un poco mustia. También hay muchas bacterias que no vemos a nuestro alrededor y que son vida.


Tal vez los extraterrestres que encontremos (si los encontramos) sean seres microscópicos con los que podríamos responder a la pregunta de su existencia, y para responder a esta pregunta lo haremos con ciencia, buscando pistas que nos lleven hasta su lugar.


Este es el siguiente aspecto de la ciencia, que por muy absurdo pueda parecer algo, si hay un aspecto científico detrás con el que se pueda demostrar, es digno de ser investigado. La posibilidad de que hay vida inteligente como los humanos es más remota, pero no imposible. Que hayan podido llegar hasta nuestro planeta a hacernos una visita es aún menos probable, pero no la podemos negar si somos científicos por la simple razón de que no tenemos pruebas o datos que contradigan esta afirmación. Es algo así como jugar al Euromillón. La cantidad de combinaciones posibles son millones (139.838.160 para ser exactos), pero a alguien le toca y que no lo tengamos cerca no significa que no pase.

Por eso, si os gusta la ciencia tenéis que dudar, reproducir, medir y estudiar si es posible. No es algo fácil de conseguir, pero con trabajo se llega a lograr.

Comments


Publicar: Blog2_Post
bottom of page